¿Por qué son tan importantes las empresas familiares en España? La empresa familiar continúa consolidándose, según los datos del Instituto de la Empresa Familiar, como un activo de gran importancia para la economía española.
Se estima que 2,8 millones de empresas son familiares en España y cada vez representan un papel más importante en el sistema económico. Su filosofía, arraigada en la visión compartida por la familia, convierten a este tipo de empresas en el mayor creador de empleo a nivel nacional.
Características de la empresa familiar:
Propiedad accionarial: La mayoría de las acciones sujetas a voto pertenecen a persona o conjunto de personas del núcleo familiar encargados de formar la empresa. También puede serlo por propiedad de la persona que ha adquirido el capital social o familiares (esposa, marido, padres, hijos) o herederos directos.
Control: Una gran parte de las actuaciones sujetas a voto pueden ser ejecutadas de forma directa o indirecta.
Gobierno: Un representante de la familia o uno e los parientes debe particiapr en la gestión o dirección de la empresa.
Derecho de voto: Si la persona que fundó la empresa, sus familiares o descendientes directos poseen el 25% de los derechos de voto en las acciones de la empresa, se les puede denominar “empresa familiar”.
¿Cuál es la clave de su éxito?
Las claves del éxito de las empresas familiares son, entre otras:
- Su filosofía, arraigada en la visión compartida por la familia, que las convierten en grandes creadores de empleo a nivel nacional.
- Planificación a largo plazo.
- Agilidad y flexibilidad.
- Principios básicos muy estables.
- Responsabilidad social.
- Alta calidad de productos y servicios.
- Políticas personalizadas de recursos humanos.
Sin embargo, muchas empresas familiares van desapareciendo a medida que avanzan las generaciones. Según el mismo estudio que citábamos anteriormente, en la primera generación de la empresa, el 65% de la familia trabaja en ella.
Lamentablemente, este porcentaje se va reduciendo a medida que pasan los años, pasando a ser un 25% los miembros de la familia que siguen trabajando en la empresa. En la tercera generación baja hasta el 9% y en la cuarta un 1%. De ser así, las empresas familiares no pasan de las 4 o 5 generaciones, al menos su carácter familiar. Por esta razón, las empresas de este tipo se esfuerzan por crecer, por emprender nuevos mercados e internacionalizarse.
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