La humedad es uno de los grandes enemigos en el sector de la construcción.
Es fundamental que se utilicen materiales y técnicas adecuados para prevenirla, porque puede ser el origen de problemas muy graves en la edificación.
La prevención es crucial para evitar problemas posteriores. Sobre todo, en cuestiones de seguridad.
Técnicas para evitar la humedad en la construcción.
Independientemente del clima del lugar donde construyamos, y de la estación del año en que nos encontremos, la prevención es uno de los pilares más importantes para evitar problemas futuros causados por la humedad.
La humedad en la construcción está causada por la filtración de agua en los elementos constructivos de los cimientos y otras partes del edificio, que deben estar completamente secos antes de finalizarse.
1. Humedad del suelo.
Es importante el estudio previo del suelo donde va a realizarse una edificación, para detectar agua en el terreno, ya que ésta, puede ser absorbida por algunos materiales de la propia construcción por un fenómeno denominado capilaridad.
En este caso, se debe preparar el terreno con técnicas especiales, para evitar la filtración de agua a los cimientos del edificio.
Estas técnicas pueden ser, por ejemplo, la creación de pozos absorbentes, impermeabilización del mortero de las cañerías, realizar drenajes, etc.
2. Humedad en muros de carga.
Una de las cuestiones más importantes es la seguridad.
La humedad puede causar pérdida en la solidez de muros de carga y los asentamientos de muros maestros pueden afectar a la seguridad de los edificios.
La OMS asegura, en diferentes informes, que cientos de miles de personas, mueren en Europa, cada año, por habitar en viviendas que no está correctamente adecuadas e incluyen, entre los factores que provocan estas muertes, la humedad de los edificios.
Técnicas que se usan en estos casos, son los aditivos que consiguen estructuras de material impermeable, los hidrófugos, la inyección de resinas para eliminar la filtración de agua en las bases de los edificios y evitar así que pueda haber capilaridad, la electro-osmósis y el uso de láminas impermeables para aislar la humedad.
3. Humedad en fachadas, paredes y tejados.
La humedad puede subir por las paredes porosas y afectar, no solo a revestimientos exteriores, sino también a los interiores.
Por este motivo, suelen producirse goteras y grietas en cubiertas, tejados y paredes. También manchas de humedad y moho, malos olores, etc.
Los lugares en el interior, más propensos a formarse humedad y condensación del agua son, sobre todo, las cocinas y los baños, donde se producen desconchados, grietas, moho, etc.
Es importante es revestir estas habitaciones con pavimentos y materiales de primera calidad, para impedir este tipo de daños.
4. Humedad por condensación.
Se produce por un exceso de humedad ambiental y un mal aislamiento térmico de las construcciones y se produce por el contraste de la temperatura exterior (bajas temperaturas) frente al calor del interior.
Esta diferencia de temperaturas, provoca el que vapor del agua que se ha contenido en el interior, se condensa en los muros interiores o en el techo.
Las técnicas para evitar este tipo de humedad es la utilización de aislantes térmicos que deben instalarse en la cara fría del elemento y barreras de vapor en la cara caliente.
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